Los trajes regionales fueron, junto a la música y la danza, otro de los elementos a consideran en la acción folklórica de la Sección Femenina. Mucha de la indumentaria empleada en nuestros días procede en parte de la estandarización propuesta en el modelo del traje regional por este organismo. Una tarea que trajo también una importante documentación etnográfica pero que no evitó una mixtificación o invención de algunos de los trajes.
Trajes típicos por comarcas
La provincia de Valladolid no fue ajena a la actuación que la Sección Femenina hizo sobre el traje regional, pues la indumentaria empleada en los momentos anteriores a este proceso de selección y confección, distan de lo que se fue imponiendo en las agrupaciones folklóricas por comodidad y deseo de uniformización.
Trajes heredados por generaciones
El grupo Pilarica sigue los estándares del traje regional de la Sección Femenina de Valladolid. El carácter familiar del grupo hizo que este diseño se fuera heredando de generación en generación hasta la actualidad.
EL TRAJE REGIONAL EN ESPAÑA
Los trajes regionales fueron, junto a la música y la danza, otro de los elementos a consideran en la acción folklórica de la Sección Femenina. Mucha de la indumentaria empleada en nuestros días procede en parte de la estandarización propuesta en el modelo del traje regional por este organismo. Una tarea que trajo también una importante documentación etnográfica pero que no evitó una mixtificación o invención de algunos de los trajes.
Con estos trajes se buscaba una idealización absoluta, en sintonía con el resto de sus representaciones ideales para la mujer de la época. Para conseguirlo, la SF seguía varios criterios en la selección y confección del traje regional:
Mayor antigüedad posible de sus raíces
Búsqueda de riqueza y mayor espectacularidad posible
Comodidad, modestia, menor peso y facilitar el baile
Esta construcción cultural del traje regional ha llegado hasta nuestros tiempos, y así buena parte los diseños de la Sección Femenina han tenido continuidad en muchos de los grupos de música y danza folklórica que han existido después en España. Una de las muestras más claras de esta uniformización por provincias es la colección que se divulgó a través de la famosa colección de sellos de correos, con los trajes regionales y escudos de las provincias de España, editada a partir de 1967.
TRAJE REGIONAL DE VALLADOLID
La provincia de Valladolid no fue ajena a la actuación que la Sección Femenina hizo sobre el traje regional, pues la indumentaria empleada en los momentos anteriores a este proceso de selección y confección, distan de lo que se fue imponiendo en las agrupaciones folklóricas por comodidad y deseo de uniformización.
También cabe señalar que la ciudad de al ser un núcleo de población importante y un lugar de encrucijada de caminos, fue influenciado por modas y modernismos que ha provocado como en pocas áreas de Castilla y León, cierto abandono de sus raíces y elementos que conformaban su cultura local, como es su indumentaria, que la distinguía de las comarcas vecinas.
Por lo tanto, en lo que respecta al traje típico de Valladolid, como tal, no existe. Pero esto no significa que en la provincia no haya trajes típicos, sino que es una de las que más variedad y riqueza de trajes propios tiene, al estar conformada por varias comarcas naturales, que hasta hace pocos años tenían muy poco en común.
INDUMENTARIA DEL GRUPO PILARICA
Nuestra Asociación no tiene una reglas escritas y estipuladas en cuanto al diseño y confección de su indumentaria, y deja ciertas licencias creativas individuales. No obstante, sí que sigue una serie de patrones comunes tanto en el traje femenino como en el masculino.
También contamos con otra indumentaria digna de destacar, empleada en las danzas de los Paloteos de Berrueces, que utiliza piezas interiores del traje regional femenino de Valladolid, como las enaguas o los pololos, y que sirven indistintamente tanto para hombres como para mujeres. Un traje muy parecido al empleado en la Espadaña.
Traje Femenino
Chambra. Prenda exterior de la parte superior de color negra que suele estar confeccionada con terciopelos o telas adamascadas negras, y decoradas con puntillas, pasamanerías, botonaduras, abalorios y lentejuelas.
Manteo. Prenda Exterior de la parte inferior que lleva unos frunces de abeja en la cintura, se confecciona con tela de paño y adornado con bordados, cintas y pasamanería. Los colores del manteo son variados, pero los más frecuentes son rojo, negro, amarillo y verde.
Mandil. Prenda exterior que utiliza la misma tela y misma confección que la chambra, con puntillas, abalorios y lentejuelas.
Faldiquera, que suele ir conjuntada con el mandil y la chambra, siguiendo los mismos patrones y que funciona como bolsillo.
Pololos y enaguas. Prenda interior blanca de la parte inferior, que suelen rematarse con puntillas y lazos del mismo color que el manteo.
Calcetas o medias en las piernas con calados en diferentes formas (rombo o espiga) y ligas para sujetarlas.
Rodao. Falda parecida al manteo que rodea la cintura como si fuera una capa. Es empelada en el vestuario del coro del grupo.
Peinado: se exige a las danzantes femeninas llevar el pelo recogido a través de moños o trenzas sujetadas con horquillas y adornadas con cintas.
Se baila con zapato castellano, parecido a un botín, con medio tacón y atado con cordones.
Mandil
Manteo
Chambra
Traje Masculino
Fajín de color rojo o morado que rodea a la cintura.
Camisa blanca con mangas abullonadas y con la terminación en un puño que se ajusta a las muñecas.
Chaleco. Por encima de la camisa con un delantero de color negro, y la espalda, confeccionada con tela de raso o terciopelo con un color que contraste con la parte delantera, y rematada con dos tiras unidas con una hebilla.
Pantalón con abotonaduras y pasamanerías y con la misma tela y color que la delantera del chaleco
Traje Paloteos
Los paloteos eran normalmente bailados por hombres, que en el caso de Berrueces, llevaban puesto el traje de la Primera Comunión de las niñas, vistiendo de blanco símbolo de la pureza.
Chambra o camisa, blancas, de mujer, que se abrocha adelante, lleva adornos de puntillas y entredós.
Faldas blancas con adornos de puntillas, muy almidonadas, pertenecientes a las enaguas de las mujeres.
Pololo blanco de mujer, adornado con puntillas y pasa cintas y cintas de colores, muy almidonados.
Medias blancas caladas.
Faja para la cintura de diversos colores, de unos 12 cm de ancha, atada a la cintura por medio de un lazo que se hace con la misma faja, la tela es de seda o rayón con flecos a los extremos.
Dos lazos sobre el pecho del mismo color que la faja y de calzado se utilizan Alpargatas atadas a las piernas con cintas negras.
Adorno de la cabeza, son las coronas de flores utilizadas por las niñas en su primera comunión.
Cabe señalar que este vestuario es muy parecido al empleado en la Espadaña, pues antiguamente esta emblemática pieza vallisoletana era bailada por hombres con una indumentaria propia, llamadas enagüillas, pero el rasgo femenino de la Sección, configuró y perpetúo su representación actual por parte de mujeres ataviadas, en vez de con su traje habitual, con este muy similar al de los paloteos.
Enaguas
Pololos
